domingo, 15 de noviembre de 2009

Lavanda!

La anciana fue hasta el fondo de su casa en donde se encontraba su jardín y descubrió que sus árboles y flores se estaban muriendo.
El Ciruelo le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino. Al Pino, lo halló caído porque no podía dar frutas como el Naranjo. La Vid se moría porque no podía florecer como el Jazmín. La Rosa lloraba por no ser tan fuerte y sólida como el Roble.
Siguió buscando y encontró una planta, una Lavanda que florecía más fresca que nunca.
La anciana preguntó:
- ¿Cómo es que creces tan saludable en medio de este jardín triste y sombrío?
La Lavanda contestó:
- No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste querías lavandas y que prefumara tu jardín. Si hubieras querido un Castaño, lo hubieras plantado. En aquel momento me dije: "Intentaré ser Lavanda de la mejor manera que pueda" y heme aquí, haciendo lo que me corresponde.


Podemos elegir ser felices con lo que somos y lo que tenemos, o vivir amargados por lo que no tenemos o no podemos ser.
Sólo podremos florecer el día que aceptemos que somos únicos y que nadie puede hacer lo que nosotros vinimos a hacer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario